No se debe intentar comprender el color por sí mismo sino como una solución necesaria a un concepto en una composición específica. Aunque no existe una manera correcta o incorrecta de manejar el color, hay principios que le ayudarán a obtener mejores resultados.
Desde el primer momento que usted comienza a poner colores sobre el lienzo, usted debe ver cómo los colores se relacionan entre sí.
Para lograr armonía de colores en una pintura se debe trabajar con algún esquema que agrade a nuestros ojos y que incluya tanto colores cálidos como colores fríos.
Este esquema debe obedecer a su concepto. Usted no tiene que dejar que sean los colores del modelo, del paisaje o del bodegón los que le dicten los colores que debe usar en su pintura. Estos se pueden usar como referencia para seleccionar su esquema de colores. El esquema debe ser uno simple que incluya por un lado colores análogos que dominen y por otro lado algún color complementario de la temperatura opuesta subordinado a estos dominantes.
De la misma manera que el área que ocupan los tonos oscuros no debe ser igual al área que ocupan los tonos claros y siguiendo el principio de jerarquía, así mismo los colores análogos dominantes deben ocupar una mayor área de la pintura que los complementarios subordinados.
En otras palabras su pintura debe ser mayormente cálida o mayormente fría.
|