Carta abierta a una amiga:
El problema que tu planteas es bastante común entre las personas que no son artistas y que asisten a las aperturas. Voy a tratar de aportar algo a este asunto lo cual espero sea de alguna utilidad didáctica.
Demasiadas personas se abstienen de expresar su frustración al verse totalmente desarmados para “entender” el arte de nuestros tiempos. La gente asiste a las aperturas de exposiciones de pintura en museos y galerías, atienden el protocolo inicial, hacen un recorrido rápido frente a las paredes y el resto del tiempo se limitan al vino, las golosinas y charlar sin intentar saborear lo mejor que tiene que ofrecer esta actividad. Lo triste de esto es que durante ese tiempo no buscan orientación por temor a parecer ignorantes ante las demás personas presentes. En este sentido se parece mucho al temor de levantar la mano en el salón de clases por temor a que los otros estudiantes que también desconocen, se rían de uno. La verdad es que la cantidad de gente que se siente confundida con estos lienzos modernos es muchísima, por no decir la mayoría. Son estas mismas personas las que hablan de una supuesta CRISIS EN EL ARTE. Un médico me dijo una vez en privado que las pinturas modernas que veía en museos y galerías le parecía un “desmadre”. Recientemente otro amigo me confesó que se quedo algo perturbado al asistir a una exposición donde se exhibían pinturas abstractas. En aquel momento traté de encauzarlo y creo que estuvo algo satisfecho con mi explicación, por lo menos a nivel racional.
La frustración nace cuando la persona que observa la pieza de arte ya tiene de antemano una fuerte opinión acerca de lo que debe ser y esto le crea una barrera tal que no le deja abrirse a la posibilidad de disfrutar algo completamente diferente a lo que ha experimentado anteriormente. Puede que la pieza no logre su propósito, pero esto no se puede saber sin exponerse primero de manera sincera a la obra que tiene delante. El estudio por sí solo no puede educar a nadie en el arte. Es necesario ver mucha pintura o escultura hasta comenzar a “sentir”. Mientras más se exponga, más va a “sentir”. Lo ideal sería tomar unas clases de arte y “ensuciarse las manos” pero esto no es absolutamente necesario.
El arte es primordialmente un disfrute emocional y como tal es algo muy personal. Para lograr este placer es necesario tener cierta sensibilidad por lo visual además de estudiar la transformación que ha tenido el arte en los últimos 150 años y en específico desde hace 60 o 70 años. Al comprender los cambios en la historia del arte y el porqué de éstos, se desarrolla cierta actitud libre que le ayuda muchísimo a exponerse de manera sincera al arte moderno. Se puede cultivar dicha sensibilidad de varias maneras. Pero, lo que más se exige al público es que persista en cultivar esta sensibilidad a medida que pasa el tiempo y estos cambios en el arte se hacen más vertiginosos, no solamente en la pintura y la escultura sino en todas las manifestaciones del arte, incluyendo la música, el baile, el teatro, la arquitectura, la fotografía y la cinematografía. Inevitablemente, cada persona disfruta el arte según su propia sensibilidad y educación.
Las siguientes analogías entre la música y la pintura que yo suelo utilizar en estos asuntos podría disolver algunas frustraciones como la del médico y mi amigo mencionados anteriormente.
1. Aunque dos cantantes pueden ser muy buenos en su género, no tendría sentido o sería “incorrecto” comparar a un cantante moderno de “bachata” con un tenor de ópera. De la misma manera no debemos intentar comparar dos pintores cuyos estilos son completamente diferente.
2. La música instrumental por lo general no pretende sonar como lo hacen los pájaros, el viento, las olas de la playa, etc. Solo busca despertar una emoción en el lenguaje de la música, ya sea suave y sutil o fuerte y enérgica. Por esta misma razón una pintura abstracta no pretende verse como un árbol, una montaña, una persona o una guayaba. Solo busca despertar una emoción en el lenguaje de la pintura ya sea suave y sutil o fuerte y enérgica.
3. Todas las artes se parecen mucho. Existen ciertos elementos en la música que son similares en su función a ciertos elementos en la pintura. Existe una jerarquía en la música. La música contiene armonía que normalmente funciona como acompañamiento o armazón y base de una o más melodías. A veces se le llama música de fondo. Por otra parte la melodía es lo que más llama la atención, especialmente al oyente que no tiene mucha experiencia. Pero es el armazón o base lo que le sirve de estructura y complemento a la música.
Cuando se ve una pintura no solo se debe mirar los colores más llamativos o estridentes que se asemejan a la melodía. Se debe buscar en cualquier pintura su composición que se asemeja al armazón o estructura. No importa si la pintura es abstracta o representa una realidad objetiva, la misma debe tener alguna armonía. Al entornar nuestros ojos, hasta que la pintura se vea borrosa, debemos observar la relación o jerarquía que guardan las formas menos llamativas pero más amplias del cuadro. Estas no deben ocupar áreas de tamaños o formas similares y mucho menos iguales pues causaría aburrimiento. ¿Nos agradan sus formas? Este es el armazón de la pintura. Después abrimos nuestros ojos completamente y observamos los colores o tonos más llamativos. No deben ocupar tanta área que opaquen o asfixien la estructura o composición. ¿Guardan relación con la composición? Desde luego lo más difícil es llevar a cabo el ejercicio mencionado sin ningún prejuicio, solo “sintiendo”.
|
|