Estimado xxxxxxx:
Me ha parecido muy interesante la discusión entre usted y el Señor xxxxxxx sobre la habilidad del ser humano para aprender arte. Permítame discrepar de lo que usted ha expresado: “Todos podríamos ser artistas”. Muchas personas a través de los años me han hecho la proverbial pregunta: ¿El artista nace o se hace? Yo también he sido educador del arte y he tenido la oportunidad de enseñar a niños, jóvenes y adultos por muchos años. Actualmente tengo 71 años y sigo aprendiendo como hacer arte.
A todos nos gustaría pensar que somos capaces de hacer o ser cualquier cosa que nos propongamos en la vida. De acuerdo a esta teoría solo necesitamos dedicarle el tiempo, la dedicación y el esfuerzo necesario para obtener nuestras metas. Mi parecer es que esto solo es parcialmente correcto.
Le incluyo unas cortas líneas de la teoría de Howard Gardner, la misma persona que usted menciona en su escrito al señor xxxxxxx. Aquí Gardner deja claro que son los genes de una persona los que logran la diferencia en la inteligencia de una persona, ya sea en un IQ fuera de lo común o en la retardación mental. Hacer buen arte no es cosa fácil y requiere los genes adecuados.
Multiple Intelligences After Twenty Years, by Howard Gardner, 2003
“Electrophysiological and radiological studies indicate that various brain modules may already be activated in newborns. Neural imaging studies of individuals solving IQ-style problems suggest that certain areas of the brain are most likely to be drawn on for these kinds of problems; and there may be evidence for genes that contribute to unusually high IQ, as there clearly are genes that cause retardation. And our own case studies of unusually high performances suggests a distinction between those who (like musicians or mathematicians) are outstanding in one area, as opposed to those generalists (politicians or business leaders) who display a relatively flat profile of cognitive strengths”.
El libro de la Doctora Betty Edwards es uno elemental dirigido a personas que comienzan en el arte. El enfoque de este libro no es nuevo. Como en muchos otros libros de arte Edwards emplea la mecanización del proceso artístico para que el estudiante bisoño trate de asimilar la actitud general que se debe tener en la observación de lo que se pretende dibujar/pintar. Estas técnicas son conocidas por la mayoría de los artistas. Yo mismo he diseñado ciertas maneras de medición simple basadas en estas técnicas, las cuales he pasado a los estudiantes para su beneficio. En este mismo tema el mejor libro que he podido conseguir es “Keys to drawing” de Bert Dodson. El libro de Dodson abarca una mayor cantidad de estos mismos aspectos y es más avanzado que el libro de Edwards. De todas maneras, el paso definitivo hacia pensar y sentir como un artista lo tiene que dar el estudiante mismo. Como dice Robert Henri en su libro “The Art Spirit”: “El maestro es solo un guía y un ejemplo. El maestro provee la oportunidad. En realidad toda educación de arte es autodidacta”. Un libro que pone al estudiante en la puerta misma del “pensar y sentir” como artista es “The Natural Way to Draw” de Simon Nicolaides. Este libro lo pone en contacto con el dibujo de gesto o “gestual” como lo llaman algunos artistas. Lo importante aquí es que el estudiante bloquee su “lado intelectual” o sea el hemisferio izquierdo. Desde luego que no es suficiente leer buenos libros. El estudiante en algún momento debe lanzarse al vacío y ser “él mismo”.
Cordialmente,
Alejandro
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