Estoy viendo el mangó *como si fuera un mapa o un rompecabezas. Por eso puse otra capa fina, un poco más amarilla en el área un poco más abajo del naranja.
Veo un matiz verde de tono más oscuro y menor intensidad a la derecha, en la sombra propia del mangó verde. Lo mezclo con amarillo cadmio, azul ultramarino y casi nada de sombra de tierra quemada. La tierra quemada le baja la intensidad al verde amarillento. Hago un contorno suave y preliminar a medida que voy de la derecha con el oscuro en la sombra propia hasta un tono más claro a la izquierda con el verde amarillento, donde se encuentra con la luz.
Voy trabajando los contornos en los bordes del mangó con verdes más fríos. O sea verdes más azulosos pues se ven más fríos porque los bordes están más lejos de nosotros que el centro. Estoy anticipando que para que la fruta se vea con volumen, o sea tridimensional, la parte más cerca de nosotros, o sea el centro donde la luz le incide, debe tener un matiz más cálido. En este caso un verde más amarillento. Si no recuerda las lecciones sobre las temperaturas de los colores y los contornos, puede repasar las secciones correspondientes.
Comienzo a trabajar la luz. Aquí el verde es de un tono más amarillento y claro. Engordo la pintura para añadirle un poco de textura y hacerlo más escultórico. A veces le pongo un poquito de naranja del mismo tono que el verde amarillento para que el color vibre y hacerlo más divertido. Los impresionistas nos enseñaron esta técnica. Resulta muy pobre y elemental pintar la superficie de algún objeto con un solo color. Aun cuando usted observa una simple pared con detenimiento, se percatará de la riqueza de diferentes tonos y matices que dependen del ángulo y color de la luz que la ilumina.
Voy uniendo todas estas áreas con contornos suaves para que formen parte de un todo. Refino todos los matices naranjas, verdes, verdes azulosos y verdes amarillentos con contornos suaves. Los contornos donde termina la forma del mangó y comienza la tela violeta o el otro mangó son más firmes pero nunca contornos duros pues la topografía del mangó es redondeada.
Trabajo la parte superior del mangó añadiendo una cantidad mayor de pintura con un matiz verde un poquito más amarillo y más claro. Sigo trabajando detalles más y más pequeños a medida que voy terminando de pintar el mangó verde.
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