Sagrada
La atronadora irrupción de las metodologías ágiles en el desarrollo de software ha provocado que algunos oigan ruido y no sepan dónde.
Una de las peores consecuencias del agilismo de todo a cien –ese que cree que todo consiste en comprar Post-It y poner “Scrum Master” en las tarjetas de los Jefes de Proyecto - ha sido extender la creencia de que la fecha de entrega ha dejado de tener sentido. Como si el desarrollo iterativo e incremental acabara con cualquier obligación de entregar un producto terminado en el plazo acordado.
Y no es así. De hecho, el primer principio del manifiesto ágil establece que la mayor prioridad del movimiento es “satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua”. Temprana y continua, no indefinida.
Una fecha de entrega es un compromiso adquirido. Romperlo debería doler porque, al hacerlo, podemos estar causando un grave perjuicio.

Sin embargo, parece que algunos no lo ven así. Creen que no entregar lo prometido en el momento esperado -ya llegará, de forma iterativa e incremental- es un detalle sin importancia.
Y no lo es. Los programadores somos tan arrogantes y cortos de miras como para creer que nuestro software es lo único que importa en el mundo, pero ese software tendrá que interactuar con realidades binarias –o se hacen por completo o no se hacen- e inamovibles en el tiempo. Que una aplicación móvil no esté lista en el inicio de una campaña de lanzamiento en TV contratada desde hace meses, es un drama. No poder lanzar una funcionalidad anunciada en un evento en el que se han invertido decenas de miles de euros en patrocinios, también.
Pero pasa. Shit happens sí y, el que no sea capaz de lidiar con ello, mejor que se dedique a otra cosa. Construimos software con miles de líneas de código diferentes, no paredes de ladrillos. Sí, cualquiera que lleve en esto más de dos días sabe lo complicado que es acertar una planificación, pero por eso –precisamente por eso- nos la deberíamos tomar tan en serio. Nuestro deber como profesionales es buscar soluciones a los retos y problemas que se nos presentan, no trasladárselos a nuestros clientes.
Shit happens, sí. Y hay que aprender a vivir con ello, pero es inaceptable no darle ninguna importancia ni tener la más mínima intención de tomar las medidas oportunas para evitar, en la medida de lo posible, que vuelva a pasar en un futuro.
Por eso surgió el Manifiesto Ágil para adaptarse al cambio, aprender de los errores y gestionar excepciones, no para vivir en una excepcionalidad permanente. Da la sensación de que los que nunca se tomaron muy en serio su profesión han encontrado en las metodologías ágiles la excusa perfecta para seguir sin hacerlo.
Por eso, si alguna vez trabajamos juntos, espero que nos rijamos por tres reglas básicas:
- Si no podemos darnos una fecha de entrega, no nos la daremos. Trabajaremos con un rango aproximado y nuestra prioridad será estrecharlo lo antes posible y actualizarlo constantemente.
- Si nos damos una fecha de entrega, espero que la cumplamos.
- Si la damos y algo nos impide cumplirla, lo advertiremos lo antes posible –no esperaremos a que el otro tenga que preguntar- para que podamos adaptarnos a la nueva realidad. Eso es ser ágil.
Pero el hecho de que podamos adaptarnos al cambio, no quiere decir que romper un compromiso salga gratis. Tener "algo" hecho no significa haberlo acabado, ni tampoco haber cumplido. Cuando no entregamos en el plazo acordado, no sólo podemos causar un grave perjuicio a nuestro cliente, sino también a nuestra reputación.
Un profesional vale lo mismo que el valor de su palabra dada. No deberíamos hipotecarla alegremente, pero si lo hacemos, lo que nunca deberíamos olvidar es que –con Post-It o sin ellos- maldita sea, una fecha de entrega es sagrada.
OFERTA DE TRABAJO QUE PATROCINA ESTA BONILISTA
Programador Senior (de 23 a 31.000€)
Roams es una startup de Valladolid que pretende poner patas arriba la operativa comercial del mercado de las telecomunicaciones gracias a las posibilidades de la nueva eSIM que permitirá realizar cambios de Operador en 2 horas.
Desde hace algún tiempo, están creciendo un 15% SEMANALMENTE y por eso buscan un desarrollador senior que les ayude a internacionalizar y escalar su plataforma.
Deberás programar en PHP y Python, tener experiencia trabajando con MySQL y no ponerte verde si tienes que tocar puntualmente HTML o CSS.
Además del sueldo, tendrás la posibilidad de adquirir phantom shares de la empresa... algo que no es precisamente papel mojado en una compañía que YA ha recibido ofertas de compra.
Si estás interesado o conoces a alguien que podría estarlo, pásate por la página de la oferta en LinkedIn para ver todos los detalles del programa ¡suerte!
¿Te ha gustado este texto? Ayúdale a llegar a más gente:

7.279 tarugos han recibido esta Bonilista.
(Ilustración original cortesía del dibujolari Hugo Tobio)
¡Apoyar a la Bonilista es fácil! Sólo tienes que comer empanadas o gestionar tu wiki con software awesómico.
|
|