Este domingo escribo la Bonilista desde
San Francisco, donde estaré toda una semana saltando de reunión en reunión.
Además de preparar el viaje, estos últimos siete días, he estado trabajando en el lanzamiento del
Otoscore™, la última funcionalidad de
Otogami.
Además, volví a retomar los artículos en
Bonillaware para explicar por qué habíamos priorizado esta funcionalidad en nuestro
roadmap, para diferenciarnos de la competencia y poder identificarla si intenta copiarnos,
la maniobra del Loco Iván.
A la vuelta, me espera una
mesa redonda en Satelec y ¿negociar la entrada de inversión externa en Otogami? Pero eso -como casi siempre- es otra historia…
La Columna B
Los programadores y el link bait
Link bait significa, literalmente, carnaza para links. Una técnica de marketing más antigua que Matusalen para conseguir un montón de enlaces a tu página o blog, que aumenten su relevancia a ojos de Google.
Hay link bait bueno. Gente que se curra un tutorial, un whitepaper o una infografía que merecen ser compartidos, comentados y enlazados. Y hay link bait malo, cutre, casposo. Por ejemplo, escribir un artículo polémico o con datos falsos. Da igual que hablen mal o bien de ti, lo importante es conseguir links. Dentro de esta segunda categoría, hay algo que nunca falla: hablar del sueldo o la calidad de los desarrolladores españoles.
Cada cierto tiempo, llega un nuevo articulete sobre el salario y la calidad de los programadores españoles. La última tontuna que saltó a la blogosfera patria fue una teoría que afirmaba que la calidad de los técnicos españoles no puede ser muy buena porque no hay “muchos” trabajando en compañías como Amazon, Microsoft o Apple. Link bait de libro.
Y del malo. Porque, aparte de sostenerse en suposiciones más que en datos fiables, siguiendo la misma argumentación, también podríamos afirmar que nuestros expertos en marketing, finanzas o negocios tampoco son muy buenos porque tampoco hay “muchos” trabajando en esas compañías. No hablemos ya de entrepreneurs que hayan conseguido triunfar “fuera”…
Y, a pesar de ser un link bait de libro, los programadores -que somos bastante más tontos de lo que pensamos- caemos siempre en la trampa. Nos enrabietamos, incendiamos las redes sociales, escribimos comentarios salvajes y réplicas furibundas que llevan al feliz linkbaiter… a la portada de Menéame, justo donde él quería.
Después de la batalla, lo único que queda es mucha rabia derramada y el inflado pagerank de la web del gurú del marketing que nos ha hecho trabajar para él.
A mí no me parece mal -al fin y al cabo, cada uno es muy dueño de buscarse las habichuelas o el tráfico web donde pueda-, pero que no cuenten conmigo. Estaré encantado de participar en cualquier debate serio sobre la situación de la industria informática pero, no participaré en polémicas absurdas como esta.
Y como polémica absurda y link bait la trato, porque prefiero pensar que es eso lo que se busca, antes de considerar la segunda y terrorífica opción: que al entrepreneur o venture capitalist de turno no le encajan las cifras de la Realidad alternativa que intenta meter con calzador en su Excel, por esa molesta partida que son los sueldos de los programadores. Y, en vez de enfrentarse a la puta Realidad, como hacemos todos, no se le ocurre otra cosa que enrabietarse por algo tan inaudito como que... ¡la gente quiere cobrar lo máximo que pueda!
Todo es respetable, desde luego, pero, por mi parte, no veréis ni un tweet, ni un comentario, ni mucho menos un enlace que alimenten estas polémicas de Barrio Sésamo. Si quieres hacer link bait, cúrratelo macho. ¿Y vosotros? ¿Seguiréis intentando justificar y defender lo que no hace falta ni justificar ni defender? A ver si va a ser verdad que los programadores somos tontos…
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